Hola amigos...
Hace un par de días que quería volver a expresarme a través de este espacio y no lo hacía por falta de tiempo. Ahora ya lo tengo y es para hablar sobre el tema del mes... La visita de Iron Maiden a Chile (por segunda vez en un año).
Al principio no quería ir, me dije a mi mismo que era más de lo mismo, que iba a ver el mismo espectáculo del año pasado y que no pasaría nada más... me equivoqué.
Viendo videos en youtube me encontré con un mensaje de Dickinson a Chile, en el cual nos indicaba que este show sería distinto, a la europea, y que no se daría en toda latinoamerica, de hecho dijo que sería el show que se dá solo en los lugares más importantes... me calenté, revisé mi agenda (para ver que día trabajaba y a que hora) y al ver que todo estaba a mi favor (exceptuando la plata) me decidí a comprar la entrada, a crédito, pero bueno, es lo que hay. Sólo faltaban 3 días...
Un día antes me contacté con una amiga que yo sabía que iba a ir al concierto, para poder ir con alguien. No tuve respuesta.
El día del evento me tocaba trabajar, de las 13 a las 17 horas, y yo ya había tomado la decisión de irme de la pega al recital. Todo funcionaba bien hasta que un compañero repartidor se sacó la cresta y nos quedamos con poco personal (habíamos solo 4 personas en total, contando al encargado). Eso me indicaba que tendría que quedarme un poco más. Al final, y gracias a que el encargado es comprensivo, me quedé solo una hora.
Me cambié ropa, y partí. Sabía que el Club Hípico estaba atestado de gente, ya había pasado varias veces por ahí, por los repartos... estaba ansioso, y asustado. Pensaba que, talvez, los flaytes de siempre harían reventa de entradas, con entradas falsas y que el lugar estaría lleno y no me dejarían entrar. Me equivoqué.
Ya en el interior, con un respiro de alivio, busqué a mi amiga, la llamé dos veces, pero a pesar de sus indicaciones no la encontré, estaba lleno.
Pasaban los minutos, pero parecían horas. No alcancé a ver a Witchblade, pero sí a lauren Harris (mijita rica, fome, pero rica), hasta que comenzó a sonar la típica música:
TRANSYLVANIA... en las pantallas, se ven los viajes de Maiden, los integrantes, el Ed Force One y a esa hora ya estaba extasiado... Algo raro, ya que el año pasado fue la primera vez que los ví en vivo y no sentí lo mismo.
La gente saltando al ritmo de la música hasta que se apagan todas las luces y comienza la proyección del discurso de Churchill, hablando de que no se rendirían ante la Alemania Nazi. Señal clara: Maiden ya es realidad... suena Aces High
Hace un par de días que quería volver a expresarme a través de este espacio y no lo hacía por falta de tiempo. Ahora ya lo tengo y es para hablar sobre el tema del mes... La visita de Iron Maiden a Chile (por segunda vez en un año).
Al principio no quería ir, me dije a mi mismo que era más de lo mismo, que iba a ver el mismo espectáculo del año pasado y que no pasaría nada más... me equivoqué.
Viendo videos en youtube me encontré con un mensaje de Dickinson a Chile, en el cual nos indicaba que este show sería distinto, a la europea, y que no se daría en toda latinoamerica, de hecho dijo que sería el show que se dá solo en los lugares más importantes... me calenté, revisé mi agenda (para ver que día trabajaba y a que hora) y al ver que todo estaba a mi favor (exceptuando la plata) me decidí a comprar la entrada, a crédito, pero bueno, es lo que hay. Sólo faltaban 3 días...
Un día antes me contacté con una amiga que yo sabía que iba a ir al concierto, para poder ir con alguien. No tuve respuesta.
El día del evento me tocaba trabajar, de las 13 a las 17 horas, y yo ya había tomado la decisión de irme de la pega al recital. Todo funcionaba bien hasta que un compañero repartidor se sacó la cresta y nos quedamos con poco personal (habíamos solo 4 personas en total, contando al encargado). Eso me indicaba que tendría que quedarme un poco más. Al final, y gracias a que el encargado es comprensivo, me quedé solo una hora.
Me cambié ropa, y partí. Sabía que el Club Hípico estaba atestado de gente, ya había pasado varias veces por ahí, por los repartos... estaba ansioso, y asustado. Pensaba que, talvez, los flaytes de siempre harían reventa de entradas, con entradas falsas y que el lugar estaría lleno y no me dejarían entrar. Me equivoqué.
Ya en el interior, con un respiro de alivio, busqué a mi amiga, la llamé dos veces, pero a pesar de sus indicaciones no la encontré, estaba lleno.
Pasaban los minutos, pero parecían horas. No alcancé a ver a Witchblade, pero sí a lauren Harris (mijita rica, fome, pero rica), hasta que comenzó a sonar la típica música:
TRANSYLVANIA... en las pantallas, se ven los viajes de Maiden, los integrantes, el Ed Force One y a esa hora ya estaba extasiado... Algo raro, ya que el año pasado fue la primera vez que los ví en vivo y no sentí lo mismo.
La gente saltando al ritmo de la música hasta que se apagan todas las luces y comienza la proyección del discurso de Churchill, hablando de que no se rendirían ante la Alemania Nazi. Señal clara: Maiden ya es realidad... suena Aces High
En ese momento ya estaba con un nudo en el cuello, que no me había pasado antes, pero aprovechando que estaba solo y no debía cuidar de nadie, solo disfruté.
Bruce Dickinson saltando de un lado a otro, un sonido impecable y los músicos en su mejor nivel. Acto seguido, continúan con “Wrathchild”, clásico de su segundo disco y tema que siempre interpretan
y sin pausa, asaltan con “Two Minutes to Midnight”. El público estaba completamente enfervorizado.
Pequeño receso y Bruce Dickinson nos cuenta que éste es el concierto más grande como banda (no en festivales), que Iron Maiden ha realizado en sus 29 años de carrera. ¡Algo para sentirnos orgullosos!, y que Chile tiene un lugar privilegiado en el documental “Flight 666”, pronto a estrenarse y el cual relata la última gira de la banda.
Un pequeño incidente el las primeras filas por la presión de los asistentes provocaron desordenes, los cuales fueron calmados por la misma banda, sin nada que lamentar, aunque encendió a la bestia que descansa en Bruce: "You are a fucking cow" le dice al que comenzó las peleas, diciéndole que si sigue con eso él mismo se encargará de que lo saquen del lugar.
“Children of the Damned” tema que la banda no interpretaba en mucho tiempo, fue la siguiente canción.
Otro gran clásico “Phantom of the Opera” sonó excelente y potentísima.
En ese momento, con la adrenalina a mil, suena una de mis canciones favoritas: The Trooper
y continuan con algo que no esperaba escuchar: Wasted Years
En este momento llega algo que, por estúpido, desconocía: “Rime of the Ancient Mariner”, de su disco Powerslave, más que nada por mi manía de escuchar solo sus más grandes éxitos... sonó el año pasado, pero en ese entonces me pasó lo mismo... Ahí me dí cuenta, de verdad, de que estos son tremendos músicos...
Powerslave fue la siguiente (acompañada por pirotecnia, la cual hizo lucir mucho más el show),
“Fear of the Dark” (tema que parece la banda aprecia demasiado, ya que, por discografía no debería ir, porque es solo hasta el powerslave).
“Run To The Hills”, hizo saltar a los 60 mil espectadores,
Y otro bombardeo: Hallowed be thy name
para cerrar con “Iron maiden”, junto a Eddie, su clásica mascota, apareciendo detrás del escenario momificado y expulsando chispas por los ojos WOW!!
No pasan más de cinco minutos cuando el escenario se tiñe de rojo, aparece humo y si hubiesen evangélicos ahí ya estarían llorando. Se escucha una voz profunda relatando lo que dice la biblia en "Revelations ch. xiii v. 18":
"Woe to you, Oh Earth and Sea, for the Devil sends the beast
with wrath, because he knows the time is short...
Let him who hath understanding reckon the number of the beast
for it is a human number, its number is Six hundred and sixty
six."
La banda vuelve al escenario, para atacar con “The Number of the Beast”, mientras de la esquina derecha del escenario se alza, lentamente entre las tinieblas, la figura de la bestia, cachos, patas de cabra... Realmente daba miedo... y cuando comienzan los golpes de bateria, lo que faltaba para ambientar ese gran escenario como el mismísimo infierno...
Continuado por “The Evil That Man Do”, donde Eddie aparece nuevamente personificado como el cyborg de la carátula del “Somewhere in Time”,
Y para cerrar, “Sanctuary”,
tema no interpretado desde 2001, el cual alargaron y Dickinson dialogó mas con el publico, entre parte y parte, prometiendo disco nuevo en 2010 y gira mundial en 2011, y recalcando que el publico chileno es uno de los mejores del mundo.
En definitiva, un show impecable, muy buen sonido, pirotecnia de alto nivel y una banda con mas fiato y vigente que nunca. Faltaron algunos temas, según mi opinión, como Flight of Icarus, que según discografía debería estar, sobraron otros, como Fear of the Dark (solo por el año del disco, no porque no me gusten) y se tocaron temas que el año pasado no estuvieron, como Wrathchild, Children of the Damned, Phantom of the Opera, The Evil that men Do o Sanctuary, así mismo el año pasado sonaron temas que este año estuvieron ausentes como Revelations, Heaven Can Wait, Can I Play With Madness, Moonchild o The Clairvoyant.
Lo único negativo fue la salida del recinto, muy caótica. Imagínen a 60 mil almas endemoniadas tratando de salir CON LAS VALLAS PAPALES PUESTAS!!. Espero a futuro los organizadores tomen nota de esto.
A juntar las monedas para verlos en dos años más y ojalá el recinto a ocupar sea finalmente el Estadio Nacional.
Bruce Dickinson saltando de un lado a otro, un sonido impecable y los músicos en su mejor nivel. Acto seguido, continúan con “Wrathchild”, clásico de su segundo disco y tema que siempre interpretan
y sin pausa, asaltan con “Two Minutes to Midnight”. El público estaba completamente enfervorizado.
Pequeño receso y Bruce Dickinson nos cuenta que éste es el concierto más grande como banda (no en festivales), que Iron Maiden ha realizado en sus 29 años de carrera. ¡Algo para sentirnos orgullosos!, y que Chile tiene un lugar privilegiado en el documental “Flight 666”, pronto a estrenarse y el cual relata la última gira de la banda.
Un pequeño incidente el las primeras filas por la presión de los asistentes provocaron desordenes, los cuales fueron calmados por la misma banda, sin nada que lamentar, aunque encendió a la bestia que descansa en Bruce: "You are a fucking cow" le dice al que comenzó las peleas, diciéndole que si sigue con eso él mismo se encargará de que lo saquen del lugar.
“Children of the Damned” tema que la banda no interpretaba en mucho tiempo, fue la siguiente canción.
Otro gran clásico “Phantom of the Opera” sonó excelente y potentísima.
En ese momento, con la adrenalina a mil, suena una de mis canciones favoritas: The Trooper
y continuan con algo que no esperaba escuchar: Wasted Years
En este momento llega algo que, por estúpido, desconocía: “Rime of the Ancient Mariner”, de su disco Powerslave, más que nada por mi manía de escuchar solo sus más grandes éxitos... sonó el año pasado, pero en ese entonces me pasó lo mismo... Ahí me dí cuenta, de verdad, de que estos son tremendos músicos...
Powerslave fue la siguiente (acompañada por pirotecnia, la cual hizo lucir mucho más el show),
“Fear of the Dark” (tema que parece la banda aprecia demasiado, ya que, por discografía no debería ir, porque es solo hasta el powerslave).
“Run To The Hills”, hizo saltar a los 60 mil espectadores,
Y otro bombardeo: Hallowed be thy name
para cerrar con “Iron maiden”, junto a Eddie, su clásica mascota, apareciendo detrás del escenario momificado y expulsando chispas por los ojos WOW!!
No pasan más de cinco minutos cuando el escenario se tiñe de rojo, aparece humo y si hubiesen evangélicos ahí ya estarían llorando. Se escucha una voz profunda relatando lo que dice la biblia en "Revelations ch. xiii v. 18":
"Woe to you, Oh Earth and Sea, for the Devil sends the beast
with wrath, because he knows the time is short...
Let him who hath understanding reckon the number of the beast
for it is a human number, its number is Six hundred and sixty
six."
Continuado por “The Evil That Man Do”, donde Eddie aparece nuevamente personificado como el cyborg de la carátula del “Somewhere in Time”,
Y para cerrar, “Sanctuary”,
tema no interpretado desde 2001, el cual alargaron y Dickinson dialogó mas con el publico, entre parte y parte, prometiendo disco nuevo en 2010 y gira mundial en 2011, y recalcando que el publico chileno es uno de los mejores del mundo.
En definitiva, un show impecable, muy buen sonido, pirotecnia de alto nivel y una banda con mas fiato y vigente que nunca. Faltaron algunos temas, según mi opinión, como Flight of Icarus, que según discografía debería estar, sobraron otros, como Fear of the Dark (solo por el año del disco, no porque no me gusten) y se tocaron temas que el año pasado no estuvieron, como Wrathchild, Children of the Damned, Phantom of the Opera, The Evil that men Do o Sanctuary, así mismo el año pasado sonaron temas que este año estuvieron ausentes como Revelations, Heaven Can Wait, Can I Play With Madness, Moonchild o The Clairvoyant.
Lo único negativo fue la salida del recinto, muy caótica. Imagínen a 60 mil almas endemoniadas tratando de salir CON LAS VALLAS PAPALES PUESTAS!!. Espero a futuro los organizadores tomen nota de esto.
A juntar las monedas para verlos en dos años más y ojalá el recinto a ocupar sea finalmente el Estadio Nacional.
El Sith Blanco...